El aceite de oliva es el “oro líquido” de nuestra gastronomía. Sus propiedades para la salud y su mimetismo con todo tipo de recetas lo convierten en un ingrediente esencial en nuestros platos.
Propiedades del aceite de oliva
Las propiedades del aceite de oliva para nuestro organismo son muchas. Por ello, es buena idea utilizarlo como base para cualquier receta, en sustitución de otras grasas menos saludables como la mantequilla, el aceite de girasol refinado o el aceite de cacahuete. Pero, ¿cuáles son sus propiedades principales?
Aumenta los niveles de colesterol “bueno”, HDL
Uno de los grandes beneficios del aceite de oliva es que aumenta los niveles de colesterol bueno, también conocido como HDL. Gracias al ácido graso monoinsaturado o ácido oleico, disminuye la inflamación, protege a las células de la oxidación y reduce la presión arterial.
Ayuda a disminuir el colesterol LDL o colesterol “malo”
El consumo de grasas insaturadas, reduciendo las saturadas, ayuda a controlar el colesterol LDL, más conocido como “colesterol malo”. Esto ayuda al corazón, arterias y venas a mantenerse saludables.
El aceite de oliva es rico en omega 3 y ácido oleico, dos de los elementos que mantienen el LDL a raya en la sangre. Por ello, es recomendable utilizar este ingrediente como grasa principal de nuestra dieta.
Es especialmente bueno añadir aceite a nuestras comidas, sobre todo en crudo, porque es cuando mantiene todos sus beneficios. Además, resiste muy bien las altas temperaturas sin oxidarse. Por eso, para hacer fritos es conveniente usar el mejor aceite de Oliva antes que otros refinados, que tienden a producir toxinas con el calor.
Previene la aparición de la diabetes
El aceite de oliva actúa como barrera de protección contra la diabetes, una enfermedad que ya afecta a más de seis millones de personas. Multitud de estudios también demuestran que este alimento reduce significativamente los síntomas de esta enfermedad.
Así, según diversas investigaciones, si consumes diariamente hidroxitirosol, un componente del aceite de oliva virgen, puedes reducir los problemas vasculares derivado de la diabetes mellitus.
Beneficios organolépticos
Los beneficios organolépticos del aceite de oliva se refiere a las sensaciones de olor, sabor y textura. Los más de 230 compuestos del oro líquido son los responsables de estas cualidades sensoriales.
La calidad del aceite viene muy determinada por sus propiedades organolépticas, por ello, cuanto mejores sean estas últimas, más beneficioso será para nuestra salud. Lo mismo ocurre con los productos derivados, la cosmética o las recetas que se han elaborado utilizando este ingrediente, como bizcochos, ensaladas, cremas, etc.
Las diferentes variedades del aceite de oliva
Aceituna hojiblanca
Se conoce así al fruto de un tipo de olivo, el hojiblanca, que se caracteriza por tener hojas largas, ligeramente onduladas y anchas, de un color verde y plateado.
Sus aceitunas son ovaladas y asimétricas. Cuando maduran, la base adquiere un tono oscuro y redondo. En cuanto al sabor del aceite, este tiene una mezcla que recuerda a la manzana o al aguacate maduro, con un toque amargo y regusto almendrado. El caldo tiene mucho ácido oleico y es de color verde intenso.
Aceite Arbequina
El olivo arbequina es uno de los más extendidos en toda la Península Ibérica y muy reconocido a nivel internacional. Su gran resistencia a las heladas y las corrientes de aire hacen de él un árbol muy duro y productivo. Se caracteriza por tener hojas alargadas de color marrón por un lado y amarillento, en el reverso.
La aceituna de esta variedad es redonda, pequeña, simétrica y de base atrofiada. Además, tiene muchas propiedades grasas y crece abundantemente y sin muchos problemas. Con respecto al aceite, es afrutado, fino y más fluido que el de otras especies, recordando ligeramente su sabor a la manzana o a la almendra. Otorga a la dieta una aportación equilibrada de nutrientes con un sabor ligeramente picante, por lo que es perfecta para las ensaladas y guisos de carne.
Aceite Picuda
El olivo picudo es uno de los ejemplares más grandes, con una copa gruesa y aspecto vigoroso. Sus hojas son largas, anchas y grandes de color verde oscuro en una de sus caras. Crecen especialmente bien en climas extremos, con suelos excesivamente húmedos o en piedra caliza. Sus contras son que tardan mucho en madurar y dificultan que se cosechen mecánicamente, debido a su gran resistencia al aflojamiento de la aceituna.
Es grande con una de sus bases puntiagudas y el aceite tiene cierto toque dulce, siendo bien equilibrado y de textura fluida. En cuanto al sabor, también recuerda a una mezcla entre manzana y almendra, con unas propiedades que tienden a destacar el ácido oleico. A diferencia de otros aceites de oliva, este es más sensible a la oxidación.
En definitiva, el aceite de oliva es considerado como una joya de nuestra gastronomía por sus propiedades nutricionales y organolépticas. Utilizado en crudo para nuestras recetas, mantendrá todos sus beneficios. En Cooking for Foodies encontrarás muchos platos para preparar con aceite de oliva virgen extra, como guarniciones, pescados y carnes.