Las tecnologías de la alimentación experimentaron un salto cualitativo los últimos años. Hoy en día, la comida saludable es una parte más del engranaje tecnológico del mercado. Existen grandes chefs dedicados ya no a la alquimia ciega, la repetición o el revival de sus predecesores, sino a algo completamente nuevo. En la actualidad se cocina una revolución gastronómica llamada sous vide, la auténtica panacea de la comida sana y rápida.

Una nueva textura gracias al sous-vide

Desde pequeño te han dicho que la comida saludable no puede ser también deliciosa. Esto se debe en buena medida a la textura correosa, que puede también ser blandengue o gomosa, de los alimentos cocinados tradicionalmente. En efecto, es difícil encontrar el punto justo de carnes blancas magras, como las pechugas de pollo, o de tubérculos como zanahorias y patatas.

Sin embargo, gracias al sous-vide, la técnica y la experiencia no son un requisito para la perfección. La cocción a baja temperatura es capaz de cocinar cualquier cosa sin pasarse, gracias a que no supera los 100 ºC y se prolonga por varias horas.

Comida saludable, sabrosa y consistente

Es probable que nunca pudieras repetir esas verduras tan deliciosas, o ese entrecot cocinado a la perfección. Olvídate de depender de tu cambiante destreza culinaria. La cocción de última tecnología replica el mismo resultado con solo ajustar dos parámetros: tiempo y temperatura.

Por supuesto que la magia no se queda ahí. Puedes sellar al vacío tu carne de preferencia y adobarla a placer. Prueba romero fresco, tomillo y semillas de cilantro para el pollo. También te servirá una mezcla de pimienta negra, orégano fresco y comino para algún corte de carne de segunda. Después de 6 horas de calor, estará melosa y al punto.

La mejor alternativa para comer sano y rápido

En los frenéticos tiempos actuales, la comida sana y rápida es un desafío. Miles de personas viven entre la cocina de último minuto y la comida chatarra. Otros optan por la inagotable combinación de los bocadillos refrigerados y las bebidas energéticas. Una pesadilla para tu estómago. En realidad, no es tan complicado alimentarte de forma saludable.

Gracias a la cocción lenta, puedes desplegar tu meal prepping un par de días a la semana y comer sano todos los días. Solo tendrás que abrir una bolsa de vacío, calentar y disfrutar comida exquisita, como de restaurante, directamente en tu mesa.

Aprovechamiento de todos los cortes de carne a baja temperatura

La carne a baja temperatura supuso un salto exponencial de calidad. Y es que, en realidad, no hay nada nuevo bajo el sol. Tu abuela ya sabía que cualquier corte, cocinado en cazuela durante varias horas, acabaría por ablandarse y ser delicioso. Lo bueno es que ahora puedes obtener siempre una textura suave, crujiente y un sabor excelso. Luego de una cocción prolongada, puedes pasar por una sartén muy caliente la pieza de carne de tu preferencia. Este golpe de calor desatará la reacción de Maillard en tu comida, responsable del acabado dorado y exquisito.

Larga vida útil y ahorro a largo plazo

El español promedio desperdicia 31 kilos de alimentos al año. No solo hay que reparar en las implicaciones éticas de este despilfarro, sino también en el impacto en tu bolsillo. En el largo plazo, podrás ahorrar mucho gracias al sous-vide. Te alimentarás mejor y gastarás menos. Al estar envasados al vacío y exponerse al calor largo tiempo, los alimentos extienden su vida útil.

Retención de nutrientes única

Las comidas selladas y cocinadas no pierden nutrientes ni cualidades organolépticas. Su sabor se intensifica, al igual que los colores de las verduras. A diferencia de la fritura o el hervor, cocinar al vacío retiene todas las vitaminas hidrosolubles. Las sobras de la nevera estarán igual de ricas durante toda la semana.

Una forma de cocinar ecoamigable

Desperdiciar menos comida ya es un aliciente para el planeta. Sin embargo, no es su único beneficio ecológico. Esta forma de preparar los alimentos redunda en un menor gasto de agua y energía en relación con el hervor u horneado. La estufa a gas tampoco es un contendiente digno en términos de ahorro energético. Por otro lado, puedes prescindir de la materia grasa en su mayoría sin sacrificar del sabor. Sea cual sea el lípido que utilices, nunca superará temperaturas que lo descompongan.

Menos tiempo lavando ollas y sartenes

Aunque pueda parecer contraintuitivo, el ahorro de dinero no está reñido con tener más tiempo. Uno de los grandes beneficios de esta forma de comida sana y rápida es que pasarás más tiempo con las manos libres. Podrás volver al trabajo o a atender a tus invitados en un abrir y cerrar de ojos. ¡Incluso podrás irte a la cama! Muchos prefieren dejar sus preparaciones toda la noche para una terneza y sabor inigualables. Olvídate de las pilas de enseres acumulados en el lavaplatos por la mañana.

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